En enero del 2020, el alcalde Fernando Vilchis Contreras acordó con representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la creación de un Corredor Cultural en Ecatepec, que contempla el rescate y rehabilitación de edificios e inmuebles históricos del municipio.
Entre ellos están la vieja estación del ferrocarril de San Cristóbal y el llamado Puente de Fierro, así como la antigua sede de la Cruz Roja, los tres que durante muchos años permanecieron en el abandono.
El llamado “Castillo” fue habilitado como sede de la Cruz Roja en Ecatepec en 1966 y estuvo en servicio durante 23 años, hasta 1989, cuando fue sustituido por un nuevo centro médico.
Vilchis Contreras informó que el objetivo de estas acciones es rescatar el histórico inmueble y al mismo tiempo mejorar la imagen urbana de la localidad, lo que además promueve la sana convivencia y disminuye los índices de violencia.
Añadió que los primero trabajos consisten en el mantenimiento de paredes y cancelería, de los cuales están siendo retirados grafitis para posteriormente colocar pintura nueva.
Vilchis Contreras aseguró que las labores en el antiguo edificio de la Cruz Roja se llevan a cabo a través de las direcciones de Servicios Públicos, Gobierno, Seguridad Pública y el Sistema Municipal DIF Ecatepec.
Por ahora los esfuerzos de las autoridades municipales se concentran en el exterior, el sótano y la planta baja del lugar, que fueron pintados de color blanco. Cabe mencionar que durante años el espacio fue vandalizado y por periodos ocupado por personas en situación de calle para pernoctar.
El inmueble tiene 13 metros de frente y 15 de fondo. Su edificación fue realizada en el antiguo barrio de San José Jajalpa e incluso fungió a mediados del siglo XX como sede de la Junta de Mejoramiento, Moral, Cívico y Material de esa comunidad, pero con el paso de los años el barrio fue dividido y renombrado en distintas zonas, incluida en la que está ubicado “El Castillo”.
De acuerdo con datos de los archivos municipales, el antiguo edificio fue construido a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y existen varias leyendas en torno a él.
Al parecer su propósito original fue servir como casa de un hombre catalán de nombre Juan Boté, el cual más tarde la puso en venta sin éxito, en medio de los albores de la Revolución Mexicana.
Años después la vieja casona fue alquilada a una familia norteamericana de apellido Grant, que se presume huía de las consecuencias sociales y políticas que la Segunda Guerra Mundial estaba causando en su nación. Sin embargo, sus integrantes murieron y la propiedad quedó abandonada.
En 1965 un grupo de obreros tuvo un accidente dentro de una mina en el municipio vecino de Acolman y debido a la falta de servicios de emergencia cercanos uno de ellos murió, incidente que impulsó la creación de la Cruz Roja Delegación Ecatepec, que fue puesta en funciones un año después.