El pasado 29 de marzo Ecatepec perdió a una figura legendaria de la lucha libre, don José del Carmen Castillo, “El León Negro”, quien murió víctima de un paro cardiaco cuando se encontraba solo en su domicilio de la colonia Rústica Xalostoc.
Don Carmen fue hermano del famoso boxeador Jesús “Chucho” Castillo, a quien también se le recuerda por sus imborrables combates que sostuvo contra Rubén “El Púas” Olivares. En cada rincón de su hogar yacen imágenes de las memorables batallas que sostuvo con monstruos del ring como lo fueron Black Shadow, Ultraman, Blue Demon y hasta el inolvidable Santo “El Enmascarado de Plata”.
El “León Negro” perteneció al bando de los rudos y desde temprana edad se avecindó en la colona Rústica Xalostoc, donde acondicionó un gimnasio particular para mantener una envidiable condición física, misma que le inculcó a sus hijos e hijas, al grado de impulsar a uno de ellos, quien es luchador profesional en activo y heredó el nombre de batalla de su padre.
A decir de sus hijas María Luisa, María Antonieta, María del Carmen y Rosa Isela, todas de apellido Castillo, una de sus últimas satisfacciones de don Carmen fue la de recibir al presidente municipal Fernando Vilchis, quien sorpresivamente tocó a su puerta en las campañas electorales de la contienda celebrada en julio de 2018.
“Para mi padre fue un momento de felicidad enterarse a través de las noticias que Morena había arrasado en las elecciones y mejor aún que la persona que tocó a su puerta, se convertiría en presidente municipal de Ecatepec”, nos confiaron sus familiares.
De hecho fue su hija María Antonieta, quien lo acompañó a la casilla que le correspondía para que colocara su voto en la urna: “Todo Morena, por favor hija”, fue la instrucción.
Sus hijas recuerdan con agrado la breve entrevista que su padre “El León Negro”, quien se puso ese mote por ser oriundo de León, Guanajuato, sostuvo con el entonces aspirante, ya que en la noche él mismo se los comentó muy emocionado y con la ilusión de que finalmente habría un verdadero cambio para el país y sobre todo para el municipio.
Otra de las virtudes del exluchador, fue la habilidad que desarrolló como fisioterapeuta, condición que sus hijas e hijos consideraron como un don, ya que a decir de ellos tenía unas manos virtuosas capaces de curar todo tipo de malestares físicos.
Que descanse en paz.